Eje microbiota-intestino-corazón-cerebro
- Violeta Padilla Fredes
- 3 dic 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 dic 2024
Sección: Conociendo nuestro funcionamiento individual.
Como nuestra alimentación afecta nuestro funcionamiento inmunológico, cognitivo y emocional, conductual, neuronal.
La alimentación es clave para todo nuestro funcionamiento individual, nos proporciona energía, nos previene de enfermedades, propicia un adecuado desarrollo físico, muscular, cognitivo y fisiológico, no es sólo "nutrir" el cuerpo, también alimentamos a nuestro cerebro y nuestras funciones cognitivas del día a día.
Lo que comemos es un facilitador de estados de ánimo, que nos brinda plasticidad en las emociones, entendiendo las emociones como reacciones psicofisiológicas que experimentamos las personas frente a determinados estímulos, pero, ¿cómo nuestra alimentación podría regular nuestra emoción-conducta y respuesta?
Todo lo que comemos genera energía en nuestro cuerpo y por consecuencia, energía y facilitación de conexiones neuronales en nuestro cerebro. Pero la realidad habita también en un concepto llamado, microbioma intestinal, es decir la totalidad de microorganismos en el tracto intestinal, donde nos encontraremos a las bacterias. De aquí absorbemos nutrientes y minerales, producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y sintesis de aminoacidos, enzimas y vitaminas. Todas estas encargadas de proporcionarnos una "alimentación nutritiva".
Estos microorganismos en nuestro cuerpo tienen que tener una regulación, es decir, necesitamos de microorganismos buenos y malos para poder estar en homeostasis.
Para comprender cómo la alimentación nos facilita respuestas conductuales y procesos funcionales y neuronales, tenemos que comprender también cómo funciona nuestro Sistema Nervioso.
Somos poseedores de un sistema nervioso central (SNC) y de un sistema nervioso vegetativo/autónomo (SNV), que incluye una división parasimpática y simpática, encargado de regular la actividad de los órganos internos a través de una constante interacción de los sistemas nerviosos central y periférico, y además de una tercera división, el sistema nervioso entérico (SNE), el cual está constituido por unas 200 millones de neuronas distribuidas principalmente en los plexos submucoso y mientérico, formado por el conjunto de estructuras nerviosas que se encuentran en el aparato gastro-intestinal y en los órganos anexos (hígado y páncreas).
De esta manera en el sistema gastro-intestinal nos encontraremos con dos plexos, denominados submucoso y mientérico, ambos ubicados en la pared intestinal. Cada uno de estos plexos está formado por numerosas agrupaciones pequeñas de neuronas que se unen entre sí formando "módulos", los cuales regulan la motilidad (movimiento contráctil de forma voluntaria o involuntaria) de la pared intestinal. Este sistema posee una autonomía, donde las neuronas entéricas y sus plexos regulan las respuestas peristálticas y la actividad secretora automática. Podríamos llamarle al SNE "pequeño cerebro intestinal".
Así podemos definirnos entonces como poseedores de "dos cerebros", el Encéfalo (cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo) y el Sistema Nervioso Entérico, de esta forma, podemos evidenciar como una simple acción conductual es también una respuesta ejecutada por el eje microbiota-intestino-corazón-cerebro. Estando todo interconectado.
¿Cómo se relacionan estos dos sistemas?, se relacionan con mensajes endocrinos que envían las bacterias fecales, reaccionan a través de unas células de cajal a través del sistema nervioso simpatico y parasimpatico, donde hay mas de 200 millones de neuronas (segundo cerebro) y finalmente se relacionan por mensajes inmunológicos, citoquinas; proinflamatorias-antiinflamatorias que llegan al cerebro y provocan alteraciones, esto es bilateral
Cuando nos estresamos el hipotálamo y sus componentes, segregan corticotropina (hormona que actúa cuando el cortisol tiene niveles disminuidos, aumentados) hay una liberación masiva), que llega a la hipófisis y produce la hormona corticotropa en las cápsulas suprarrenales y por consecuencia genera cortisol, hormona del estrés. (Ver imagen 3).
Imagen 3:
El hipotálamo (ubicado en el SNC), va a segregar CRH (hormona liberadora de corticotropina) que activa a la hipófisis (esta se encuentra ubicada justo debajo del hipotálamo), la cual va a segregar la ACTH (hormona corticotropina), que una vez llegada a las glándulas suprarrenales en los riñones, generan la liberación de cortisol, hormona que se activa en situaciones de alerta y estrés prolongado. Ver esquema a continuación;

Hasta aquí todo bien, todo resultado viene a cumplir una función en nuestro cerebro, el estrés nos avisa de algo y nos advierte frente situaciones de riesgo, lo problemático es cuando el cortisol está activado de forma prolongada y esto implica un estrés crónico, generando así una debilitación de la barrera en el SNE, haciendo que muchas bacterias crucen y liberen citoquinas, las cuales en una de sus formas son proteínas proinflamatorias, que llegan a través de la vía sanguínea al cerebro, modificando niveles de serotonina y bajando los niveles de triptófano (aminoácido necesario para la producción y mantención de proteínas musculares, enzimas y neurotransmisores del cuerpo, este aminoácido no lo produce el cuerpo, se obtiene por medio de la alimentación). Cuando baja se sobreactiva el eje hipotálamo-hipófiso-corticosuprarrenal, produciendo así un sistema cerrado, por el cual el estrés repite/prolonga el estrés, obteniendo como resultado síntomas de ansiedad, aumento de depresión y un looping sintomatológico.
¿Cómo generar que este estrés prolongado, no sea prolongado y dure menos en nuestro sistema?
Por medio de la protección de la barrera, la cual, logra mantenerse por medio de alimentación con pre y probióticos.
Es realmente increíble el funcionamiento de lo mental emocional una vez que cuidamos nuestra alimentación aumentando los pre-pro bióticos. Por aquí alguien que lleva un par de meses en este experimento con resultados positivos.
Muy interesante. Desde que cuido mi alimentación he notado un gran cambio en mis estados emocionales.